Cuento del conejo y el coyote
Éste es un cuento que me contó mi abuelo: es el cuento del conejo y el coyote.
En una noche de luna llena, entró el conejo en un huerto de chiles. Le dio tanto gusto que hasta brincó entre ellos y escogió los más grandes para comer.
Cuando amaneció, el dueño del huerto fue a ver sus chiles. Se sorprendió de verlos regados en el suelo. Entre las plantas reconoció las huellas del conejo. Con cera de abeja hizo un muñeco para ponerle una trampa al conejo.
Plantó el muñeco en medio del huerto y se fue. Al anochecer, el conejo regresó. Se acercó para saludar, pidiendo después unos chiles. Como vio que el muñeco no le hacía caso, le pegó con las manos y éstas quedaron pegadas a la cera; le pegó con los pies y también sus pies quedaron pegados.
Temprano, al día siguiente, el dueño fue a ver si estaba el conejo. Lo encontró pegado al muñeco de cera; lo metió en una red y se lo llevó a su casa; al llegar, colgó la red y puso a calentar agua para cocinarlo.
Desde donde estaba, el conejo vio acercarse al coyote. "¿Qué hace ahí?", le preguntó el coyote. El Conejo contestó: "Esta gente quiere que me case con su hija, pero yo estoy muy joven; ¿por qué no te quedas en mi lugar? Mira, ya está el agua para el chocolate".
Cuando el campesino desató la red vio al coyote ahí dentro. "Ahora tú me las vas a pagar", le dijo. Y lo metió en el agua hirviendo. El coyote salió corriendo y, lleno de coraje, se fue a buscar al conejo.